Uno de los estrenos mas esperados este verano en los cines españoles, aparte de todos los revienta taquillas claro, es la película japonesa "Okuribito", que, por sorpresa, ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en la pasada edición desbamcando a la favorita "Waltz with Bashir" o a "La Clase".
La película es impresionante de principio a fin. Si sois amantes de la cultura nipona os quedaréis totalmente absortos. Nos cuenta la historia de un matrimonio que decide emigrar al frío Japón tras la pérdida del empleo como violoncelista de una orquesta que se acaba de disolver. El hombre frente a la desesperación acepta un trabajo como enterrador encargándose de limpiar los cuerpos, maquillarlos y prepararlo para el ritual del enterramiento. Aunque suene algo macabra la historia es enternecedora, porque está el rollo espiritual por medio. Pronto Daigo descubre que en ese ritual algo que colma su vida y le da cierta plenitud.
La BSO es una preciosidad y está llena de piezas tocadas con violín. Masahiro Motoki da vida a Daigo, de manera espectacular.
Yojiro Takita da un golpe en su filmografía centrándose en un tema ajeno a los que había tratado hasta ahora donde siempre salían historias de samurais.
Lo malo es el excesivo metraje, más de dos horas de película. Es una película para ver relajado en el asiento de casa o del cine y adentrarse en esa atmósfera que plantea Takita. Os digo, de verdad, que os hará llorar.
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